Absolutamente todos los juguetes y regalos que ofrecemos a nuestras aves, incluso aquellos comprados en tiendas y que suelen ser bastante caros, entrañan algún riesgo para el animal si no se utilizan correctamente. El Gatopornis te invita a conocer los peligros de cada juguete y a evaluar los tuyos con ojo crítico de ahora en adelante, ¡pues no hay arma más poderosa que la información!
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TRES SENCILLOS PASOS
Para asegurarte de que tu amigo alado hace un buen uso de las instalaciones que has preparado para él, sacando el máximo provecho y sin riesgos, ¡tan sólo sigue estos sencillos pasos!
1. CONOCE A TU AVE
Aunque de modo general las aves tengan algunos instintos que priman en su comportamiento y que pueden ser comunes entre unas y otras, dentro de cada especie y subespecie existen "manías" propias que en el resto puede no haberlas. De hecho, aun dentro de una misma especie, cada animal es distinto y tiene su propia personalidad, que se determina en parte por la genética (si los padres fueron muy dóciles es probable que el hijo también lo sea), y en parte por la educación recibida (atenciones, mimos y entrenamiento). Es un gran error considerar que todos los periquitos, ninfas, agapornis o yakos son iguales entre sí, del mismo modo que las personas somos diferentes, también ellos tienen sus propios carácteres y gustos. Es por ello, que el primer paso para asegurarte de que tu ave juega correctamente con un juguete es conocer su carácter, sus inclinaciones y sus preferencias.
¿Le gusta morder cosas y/o romperlas? ¿Qué hace con los trozos del juguete, los traga? ¿Los esconde? ¿Le gusta trepar dentro de la jaula o pasa tanto tiempo fuera que sólo accede a ella para descansar? Como ves, las variables son muy amplias; tantas como combinaciones de dueños y aves existen, por lo que es importante saber qué le estás regalando a tu amigo, del mismo modo que te gustaría acertar con el regalo de cumpleaños para alguien de tu familia.
Algunas de las conductas a observar que recomienda el Gatopornis son:
- Escalada. Observa si a tu ave le gusta trepar dentro o fuera de la jaula. Qué superficies le gustan. De qué materiales están hechas y qué formas tienen. ¿Son fijas o móviles? Por ejemplo: perchas de madera o cuerdas con nudos.
- Mordida. Hay aves que juegan con suavidad, y otras que atacan salvajemente. Por lo general, un ave a solas con un juguete se esforzará en destrozarlo, pero es importante saber qué hace con los trozos rotos del juguete. Si los deja en el fondo de la jaula y los ignora; si los mastica e ingiere (¡muy peligroso!), si se los guarda bajo el ala, etc.
- Curiosidad y miedo. Las aves suelen ser curiosas, y también asustadizas. Algunas, más que otras. El grado de curiosidad del ave es importante ya que algunas no se acercarán a un juguete por sí mismas si antes no le enseñas lo divertido que puede ser. Esto no significa que no les guste, sino simplemente que les inspira recelo.
- Ruidos. Algunas aves disfrutan enormemente con los juguetes que producen sonido; cascabeles, sonajeros, o incluso juguetes a pila con botones. Otras, por el contrario, se asustan o los odian.
- Torpeza. ¿No puedes creer que los animales también tengan un grado de torpeza? Pues así es. El hecho de que estén preparados genéticamente para volar o trepar no quiere decir que todos tengan la misma destreza. ¡Nadie es perfecto! ¿Tu mascota tiende a caerse de la percha, a resbalar o a quedarse atascada en pequeños agujeros...?
2.CONOCE EL JUGUETE
Ya conoces a tus aves desde hace tiempo; sabes cómo se mueven, qué les motiva o a qué le temen. Es momento de que elijas un juguete para ellas adecuado a sus preferencias. Pero antes, analiza bien lo que estás regalando. ¿Es peligroso para tu ave?
- Escalada. Si a tu ave le gusta escalar vigila los siguientes factores:
-Perchas de madera natural: Hay algunas especies de árboles que son tóxicas para las aves. Infórmate de cuáles tolera tu amiguito antes de dejar que se intoxique.
-Perchas de madera artificial: Se suelen desgastar con el paso del tiempo, la humedad y el calor, el roce de las uñas de las aves y a menudo son roídas, por lo que se producen astillas.
-Cuerdas: Las cuerdas que usemos deben estar en BUEN ESTADO, los hilos no deben estar deshechos ya que es sumamente peligroso que enganchen una uña. ¡El animal podría arrancarse la uña e incluso el dedo si queda atrapada!
- Mordida. Hay juguetes fáciles de romper e incluso diseñados para ello. Ten siempre en cuenta qué partes de un juguete se pueden desprender del resto por la acción de tu ave, ya que si algo se puede romper, lo romperá.
- Curiosidad y miedo. Un juguete debe ser siempre un producto para la diversión de tu ave, de modo que vigila no conseguir el efecto contrario. Hay juguetes que asustan a las aves; bien por su forma, color o tamaño. Lo que a unas les encanta, a otras sencillamente las atemoriza. Convivir todo el día en la jaula con algo que les produce miedo puede ser muy perjudicial.
- Ruidos. Si compras o fabricas juguetes que hagan ruido, ten en cuenta estos factores:
-Cascabeles: Si son de colores, la pintura se puede desprender con facilidad si el ave la muerde.
-Sonajeros: Si crees que el ruido del sonajero molesta al oído de tu ave en lugar de motivarla, no lo agites cerca de ella.
- Torpeza.
-Aros: Si son demasiado pequeños, el ave puede atascar la cabeza o el cuerpo dentro. Si son demasiado gruesos, no podrá agarrarse debidamente. Si son demasiado finos le costará subirse a ellos y puede lastimarse las patas.
-Cadenas: Si las cadenas son lo bastante gruesas para ello, el animal puede atascar una pata dentro.
3.VIGILA DE CERCA Y REVISA
Si ya te cercioraste de que el juguete que escogiste era el más indicado para tu ave, el último paso es la vigilancia constante. Asegúrate de que tu ave recibe el nuevo juguete correctamente; con recelo al principio pero con curiosidad. Poco a poco se irá acercando hasta atreverse a jugar. No dejes de tener cuidado y revisarlos cada poco tiempo para cerciorarte de que todo está en orden.
Periódicamente, asegurate de que todos los juguetes de la jaula están en buen estado: las cuerdas no están deshechas, la madera no está astillada, el metal no desprende pintura o partículas ferrosas, las cadenas no están abiertas, etc. Si algo no está como debería, retira el juguete y sustitúyelo por uno nuevo.
Queremos economizar y reciclar juguetes, ¡pero no a costa de la salud de nuestras aves!